La Portavoz del PSE-EE de Zarautz, Gloria Vázquez, ha pedido que no se celebre la jornada «184 taupada» (184 latidos, en referencia a los 184 presos de ETA que continúan encarcelados) organizada por expresos de ETA del municipio el próximo sábado, 18 de junio, en Zarautz. Ha reclamado que se respete a las víctimas del terrorismo y que se prohíban los actos anunciados por estos 33 expresos, algunos responsables directos de atentados en el pueblo.
«ETA ha asesinado en Zarautz a 20 personas en su historia criminal, entre ellas la primera mujer policía, María José García y Ángel Berazadi que fue asesinado tras ser secuestrado. También han sido heridos en atentados el periodista y compañero zarauztarra, Gorka Landaburu y Leticia Iturain, que quedado marcados tanto física como mentalmente, de por vida. O el niño Borja Blanco y su amona, Adriana, que resultaron heridos con metralla en un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil. Y además han sido numerosos los vecinos que han sufrido el acoso, la amenaza y el chantaje de ETA y que ha provocado que, en algunos casos, incluso, tuvieran que exilirse de Zarautz».
En un comunicado, ha reconocido que se encuentra sorprendida por la convocatoria de esta jornada más propia del pasado, que lo único que busca es enaltecer a ETA y a los etarras.
«Es lamentable que haya quienes todavia persistan y busquen ensalzar a quienes han sido condenados por asesinar, amenazar, chantajear y pertenecer o colaborar con ETA, tras causar un gran número de asesinatos y heridos a lo largo del sangriento historial criminal de la banda terrorista», ha dicho, tras asegurar que si permitimos estos actos el riesgo de que vuelvan las ideas y los valores que legitimaron la violencia es alto, algo que «no podemos consentir».
Asimismo, Vázquez ha recordado también que fue en noviembre de 2021 cuando el colectivo de presos de ETA (EPPK, en sus siglas en euskera) reclamó el final de los homenajes públicos a los expresos de la organización como los ongi etorri. «Asumiron el compromiso público de no herir más a las víctimas con este tipo de actos públicos, pero vemos con preocupación que en algunos sectores persisten este tipo de convocatorias».
Por último, ha afirmado que ETA dejó de matar no porque hubiera una reflexión ética, sino gracias a la acción policial, pero también a la movilización social e institucional que dijo basta ya y a una sociedad que reconoció a las víctimas como propias.