María José García Sánchez era natural de Madrid. Tenía 23 años y estaba soltera. Hija de guardia civil, formó parte de la primera promoción de mujeres inspectoras del Cuerpo Superior de Policía. Ingresó en la Academia en febrero de 1979, junto con otras cuarenta y una mujeres. Tras ser destinada a la Brigada de Estupefacientes de Sevilla, pasó a la Brigada Central de Información. En el momento de su asesinato estaba agregada en la de Guipúzcoa. En los dos años de servicio tuvo diez menciones oficiales de felicitación por su trabajo. Fue enterrada en Ciruelos (Toledo).
Fuente: In memoriam
El 16 de junio de 1981 la banda terrorista ETA asesinaba de un tiro a quemarropa, en la localidad guipuzcoana de Zaráuz, a la inspectora de Policía MARÍA JOSÉ GARCÍA SÁNCHEZ. Fue la primera agente de Policía muerta en acto de servicio en un atentado terrorista.
La inspectora participaba en un operativo antiterrorista en Zaráuz junto a varios miembros de la Brigada Central de Información a la que pertenecía. Tenían localizada una vivienda en la urbanización Vista Alegre, donde supuestamente se escondían miembros del grupo Goierri de ETA. Los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en torno al edificio y se estaban preparando para entrar en el mismo.
Después de un rato de espera, cerca de la una de la madrugada la Policía forzó la puerta de acceso al portal. Mientras un grupo subía en el ascensor hasta el sexto piso, donde se presumía que podían haberse refugiado los terroristas, otro grupo quedó en el portal cubriendo una posible retirada. Entre estos últimos estaba María José García. Sin embargo, los etarras se percataron del despliegue policial e iniciaron la huida del piso. La inspectora comenzó a subir por la escalera, quizá porque había escuchado algo sospechoso, y al llegar a un descansillo, entre el portal y el primer piso, se encontró con los terroristas que le dispararon dejándola mortalmente herida.
El proyectil que alcanzó a María José García le atravesó el occipital, con trayectoria lateral, y le destrozó la parte posterior de la cabeza, según confirmaron fuentes médicas. La herida resultó mortal de necesidad y la joven ingresó cadáver a la 1:20 horas en el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián.
Los terroristas lanzaron dos granadas y se entabló un fuerte tiroteo, huyendo posteriormente tras hacer saltar a tiros la cerradura del primer piso. Desde una de las habitaciones los etarras saltaron por la ventana y huyeron hacia el monte Santa Bárbara, situado en la parte trasera del edificio.
Los funerales por el alma de la inspectora asesinada se celebraron en el salón del trono del Gobierno Civil de Guipúzcoa. Posteriormente, sus restos mortales fueron trasladados a Madrid.
Por este atentado sólo fue condenado en 1987 el miembro de ETA Juan María Tapia Irujo, alias Jon y Zapatones, a una pena de 7 años de prisión mayor por encubrimiento, al ocultar a los terroristas que acabaron con la vida de la inspectora de Policía. El grupo Goierri estaba comandado por Mikel Goikoetxea, alias Txapela, que fue asesinado en diciembre de 1983 por los GAL en San Juan de Luz. El etarra que disparó contra la inspectora fue José Luis Eciolaza Galán, alias Dienteputo. También participó en el tiroteo un tercer terrorista, alias Antxoka. Dienteputo, con seis asesinatos a sus espaldas, permanece fugado y sin juzgar. En 2010 era considerado por las Fuerzas de Seguridad del Estado uno de los máximos dirigentes de la banda terrorista ETA.