«Tenemos la obligación moral de involucrarnos en la crisis humanitaria»

Etxezabala acogió una reunión para empezar a configurar la red solidaria de Zarautz

Red solidaria. Kattalin Aranguren, Abdul Magid Omaro, Pablo García, Julen Aranguren y Pablo Etxeberria, en la primera reunión para configurar la red solidaria. / ETXEBERRIA
Red solidaria. Kattalin Aranguren, Abdul Magid Omaro, Pablo García, Julen Aranguren y Pablo Etxeberria, en la primera reunión para configurar la red solidaria. / ETXEBERRIA

Foto y fuente: Diario Vasco

«Siria vive 40 años de dictadura y de tiranía donde no existe la justicia social. La chispa que prendió la mecha de la guerra fue la siguiente: el 26 de febrero de 2011 un grupo de chavales de unos 15 años fue detenido por hacer pintadas en contra del régimen. Este grupo fue maltratado en cautividad, ante lo cual se generaron movilizaciones que no pudieron ser reprimidas ni por la policía, ni por el ejército. Al final enviaron a la aviación para que bombardeara a los manifestantes. Lo que empezó siendo una revolución pacífica, se convirtió en una guerra». Con esas palabras resume los orígenes de la guerra de Siria Abdul Magid Omaro, médico sirio afincado desde hace años en Zarautz.

Con el fin de responder a la ola de solidaridad y la inquietud de las personas que se han prestado como voluntarias para ayudar a los refugiados y comenzar a crear una red solidaria en el municipio, el departamento de Cooperación del Ayuntamiento de Zarautz y las ONG de la localidad organizaron una reunión la semana pasada en Etxezabala. La reunión tenía, por un lado, el objetivo de informar a la ciudadanía sobre la situación de la llegada de personas refugiadas y por otra parte, dar forma y encauzar las muestras de solidaridad que se han producido en Zarautz, para tener una red de acogida solidaria compuesta por vecinos y vecinas del municipio.

«Tenemos la obligación moral de involucrarnos en esta crisis humanitaria y buscarle una solución que esté a la altura de las circunstancias. Muchos de nosotros tenemos antepasados que fueron refugiados, hace no tanto tiempo», señaló el edil de Cooperación, Pablo García. La responsable del Programa de Acogida e Inserción Social de la Cruz Roja, Kattalin Aranguren, por su parte, indicó que los flujos migratorios son beneficiosos para la sociedad de acogida si se gestionan adecuadamente.

Exposición a abusos

Aranguren recordó que «no estamos ante un hecho nuevo: las crisis de refugiados se han sucedido a lo largo de la historia y también durante estos últimos años». Pero, ¿qué hace especial la crisis actual? Aranguren subrayó que los países limítrofes de las zonas en conflicto (en especial, Siria) están «desbordados». En este sentido, si no se habilitan cauces legales para que estas personas refugiadas puedan llegar a Europa y formalizar su petición de asilo, utilizarán el mismo itinerario que los migrantes económicos y estarán expuestos a diferentes abusos.

La responsable de Cruz Roja también recordó que una de cada cinco personas refugiadas son niños. «El Estado español se comprometió a acoger a unas 16.000 personas. De momento, sólo han llegado doce y no se sabe qué es lo que está pasando para que no lleguen más personas», lamentó. En la CAV, la acogida y posterior itinerario de inserción de las personas refugiadas irá a cargo de CEAR o de la Cruz Roja. Se plantea un itinerario de 18 meses en los casos «normalizados» y de 24 para los que estén en mayor riesgo de vulnerabilidad. En los primeros seis o nueve meses las entidades de acogida les proporcionarán el servicio de interpretación y de traducción, intervención social, atención psicológica, asistencia legal y jurídica, orientación laboral, ayudas económicas, vivienda…

Crisis humanitaria

El doctor Omaro también participó en la reunión y destacó que se trata de «una crisis humanitaria de emergencia». «Siria es un país de 23 millones de habitantes, muy plural étnicamente, culturalmente y en cuanto a las religiones se refiere», indicó. Omaro también distinguió entre refugiado y emigrante: «El refugiado no tiene más remedio que abandonar su país, en el hecho de emigrar en cambio, hay una opción». «Los países limítrofes están llenos de refugiados y están creando muchos problemas sociales. Por eso ahora buscan otra vía, la marítima, la vía de la muerte. Y las mafias intervienen en este itinerario», lamentó. Omaro alertó que la situación en Siria es de «destrucción total»: «Hay más de 250.000 muertos, y no se sabe cuántos desplazados y desparecidos». El doctor insistió en que «no podemos permanecer de brazos cruzados».

Cuatro viviendas

El técnico de los Servicios Sociales de Zarautz, Pablo Etxeberria, por su lado, informó de que han puesto cuatro viviendas a disposición de la red de acogida del Gobierno Vasco. Con estos recursos pueden albergar ahora mismo a un total de 13 personas. Asimismo, han destinado a Acnur 2.000 euros de ayuda para emergencias. El técnico también se congratuló de que Zarautz sea «un pueblo solidario», ya que son muchos los vecinos que se han acercado al ayuntamiento para ofrecer su ayuda.

La reunión fue el comienzo para configurar la red solidaria que trabajará para ejercer presión a las instituciones para reclamar que traigan a los refugiados «cuanto antes».

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