La iniciativa ‘Huerta solidaria’ nutre cada semana a 60 familias necesitadas

Varios voluntarios jubilados llevan las riendas de esta huerta municipal, entregando la cosecha a Cáritas

La huerta solidaria. Perfectamente acondicionada por los propios voluntarios, en la zona de Asti.
La huerta solidaria. Perfectamente acondicionada por los propios voluntarios, en la zona de Asti.

Foto y fuente: Diario Vasco

La iniciativa de la ‘Huerta solidaria’ puesta en marcha hace ahora dos años por el Ayuntamiento y Udaberri, con la colaboración de particulares, cumple los objetivos propuestos: proveer de hortalizas frescas y ecológicas a las familias necesitadas del pueblo, vía Cáritas. Todos los miércoles, Cáritas y el Banco de Alimentos entregan lotes de productos perecederos y no perecederos, respectivamente a unas 60 familias necesitadas.

La idea surgió hace un par de años de varios hortelanos, entre ellos Iñaki Oñatibia, quien llevaba tiempo donando verduras y hortalizas, a través de Cáritas. El departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento considero de mucho interés la iniciativa e hizo una llamada para reunir gente para trabajar en este terreno de unos 700 m2 ubicado en Asti, en la zona trasera, cerca de los Bidarte. El Ayuntamiento cedió la parcela y lo cierto el propio Oñatibia y Angel Epelde ha sido y siguen siendo las dos personas más involucradas en el proyecto (acuden a diario de 9.00 a 11.30), pero con la colaboración de zarauztarras como José Manuel Eizagirre y otra docena de personas que acuden de manera más puntual.

Oñatibia y Epelde hicieron ayer balance del pasado año en la misma huerta. «Ahora en esta época del año estamos bajo mínimos, pero el año pasado repartimos a Cáritas 3.000 acelgas; brócolis (200); calabacín (300); calabaza (300); cebollas (1.800); berza (400); coliflor (200); escarola (400); lechuga (2.000); pepino (1.500); pimiento dulce italiano (750); puerros, remolacha, vainas, zanahorias… Hemos calculado un valor de 11.260 euros lo generado y entregado a Cáritas».

Entienden que con esta acción no se daña a los baserritarras del pueblo, teniendo en cuenta a quién van dirigidos los productos. «Este año continuaremos con las mismas hortalizas. Si alguno más se anima, ya sabe donde estamos …». Insistían en que trabajando con la azada en la huerta «se hace ejercicio, colaborando por una buena causa».

En nombre de Cáritas, Gotzon Larrañaga agradecía a todos los voluntarios por su labor. «Cada miércoles repartimos una cesta de comida a unas 60 familias de Zarautz y la cesta se nutre en buena parte de esta huerta. Eskerrik asko». La concejala de Medio Ambiente Gloria Vázquez agradecía también a Oñatibia, Epelde y a todos los voluntarios, con el compromiso de seguir colaborando en estas huertas, con una ayuda anual de 2.500 euros.

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