La intensa polémica sobre el puerta a puerta ha eclipsado el hecho de que en Gipuzkoa existe el quinto contenedor dedicado exclusivamente a los restos orgánicos. El Plan de Residuos contempla su extensión paulatina por Gipuzkoa y, de hecho, ya es una realidad en varias comarcas y en algunos barrios donostiarras.
El PaP fue en origen una opción minoritaria (Usurbil y Hernani), pero con la llegada de Bildu al Gobierno foral y a la mayoría de los ayuntamientos, se ha convertido en la alternativa que cuenta con el apoyo institucional guipuzcoano.
En cualquier caso, ni el PaP ni el contenedor marrón son sistemas de tratamiento. Se trata únicamente de métodos de recogida de basura que precisan de posteriores equipamientos de cierre del proceso.