Foto y fuente: Gloria Vázquez. Publicado en el Diario Vasco edición papel.
Gloria Vázquez Herranz
Secretaria General de la Agrupación del PSE EE de Zarautz.
Hoy es 10 de noviembre. Una de las pocas fechas del calendario en que no hay ninguna víctima del terrorismo. Por esa razón el gobierno de Patxi López eligió esta fecha como el Día de la Memoria. Es necesario un Día de la Memoria en Euskadi porque ETA asesinó en este páís a casi 900 ciudadanos, la mayoría por no compartir un proyecto político. Otros simplemente por pasar por allí en el momento en que detonaban la bomba y otros por cualquier excusa peregrina como ser “chivato” o camello. En nuestro país no existe la pena de muerte desde que murió Franco, pero los otros dictadores, los otros terroristas, siguieron su estela durante 50 años. Hoy podemos recordar a las víctimas en paz. Vivimos en paz desde que ETA se rindió. Pero aún queda mucho trabajo por hacer. Tenemos el deber moral de reconocer a las víctimas y hacer justicia. Víctimas que en muchas ocasiones, por desgracia, no han recibido el reconocimiento y apoyo necesarios ni por parte de la sociedad ni por parte de las instituciones. Y también tenemos la obligación de deslegitimar el terrorismo para que no vuelva a ocurrir y porque esa tambien es una forma de hacer justicia. No podemos permitir que 50 años de terrorismo y casi 900 asesinados, además de tantos mutilados, heridos, secuestrados, extorsionados, amenazados…se difuminen como si esto hubiera sido simplemente “el caso vasco”. Hay que llamar a cada cosa por su nombre. Debemos enseñar a los jóvenes lo que ha ocurrido en este pueblo para que no se vuelva a repetir y debemos hacerlo ahora, porque los hijos e hijas de los asesinados lo sufren ahora. Las víctimas lo sufren ahora y no es moral ni justo disfrazar la crudeza de los hechos con eufemismos. Los héroes de este pueblo, los que hay que ensalzar, son los que hoy recordamos: las víctimas del terrorismo. Debemos acogerles y darles todo nuestro apoyo, pero sobre todo reconocerlos, hacer justicia y contar la verdad. Por ellos y por nosotros. Para que no vuelva a ocurrir nunca más.